El término estrés (del inglés stress, fatiga) se suele asociar a un estado patológico, sin
embargo el mismo alude a una reacción del ser humano ante situaciones amenazantes o de excesiva demanda.1
Cuando nos sometemos a circunstancias que nos obligan a estar alerta sin descanso, cuando la carga de trabajo es muy alta, tenemos problemas familiares o de pareja, lidiamos con una situación traumática, los niveles de estrés y ansiedad aumentan llegando a ser intolerables y volviéndose patológicos.
Índice de contenidos
Cómo afecta el estrés al cuerpo
La situación de estrés patológico afecta al sistema nervioso pudiendo producir taquicardia, ralentización de la movilidad intestinal y caída y decoloración del cabello, entre otras.
También afecta al sistema hormonal aumentando los glucocorticoides (adrenalina, noradrenalina, cortisol y encefalina), la cantidad de glucosa en sangre y el riesgo de padecer muchas patologías entre ellas cardíacas (infartos) y vasculares (trombos).
Los síntomas varían según los niveles de estrés, el tiempo que llevemos padeciéndolo y la persona y abarcan un gran abanico: tensión muscular, insomnio, dolor de cabeza, irritabilidad, cansancio, hiperactividad, agarrotamiento, calambres musculares, hinchazón de piernas, sudoración, cambios de humor…
La relación de la ansiedad con la actividad física ha sido estudiada desde hace décadas, por ello podemos afirmar que el ejercicio físico ayuda a reducir los niveles de ansiedad.2,3
¿Cómo evitar o reducir el estrés?
Cuando padecemos estrés y queremos controlarlo debemos tener en cuenta diversos factores:
- Evitar las situaciones que causen estrés, o si son situaciones inevitables aprender a sobrellevarlas.
- Hacer deporte, entrenamiento, actividades que impliquen actividad física de forma regular.
- Practicar técnicas de relajación.
- Llevar una dieta saludable.
- Si no somos capaces de canalizar el estrés y la ansiedad por nosotros mismos ponernos en manos de profesionales.
Beneficios de reducir nuestro nivel de estrés
Al bajar nuestro nivel de estrés y al practicar ejercicio físico tendremos menor riesgo vascular4, mantendremos los niveles hormonales y de azúcar más estables5 y nuestro estado de ánimo mejorará6, entre muchos otros factores.
- Menor riesgo vascular, será más difícil padecer enfermedades o accidentes relacionados con el riego sanguíneo.
- Niveles hormonales y de azúcar más estables, mejorando el control de la glucosa y la estabilidad química corporal.
- Mejor estado de ánimo, relacionado con los niveles hormonales más estables podrás vivir tu vida de forma más alegre.
Terapia personalizada para bajar los niveles de estrés en Santiago de Compostela
En Clínica Pegadas ofrecemos una terapia personalizada para reducir los niveles de estrés y combatir la ansiedad.
¿En qué consiste la terapia contra el estrés?
La terapia anti estrés comienza introduciendo a nuestros hábitos técnicas de relajación basadas en el ejercicio físico y la respiración combinado con ejercicios de alta intensidad que nos ayudar a canalizar la ansiedad.
Según las preferencias de cada uno podemos realizar distintas actividades, desde yoga a artes marciales, pasando por ejercicios de fuerza o Pilates terapéutico.
Si estas actividades no fuesen suficientes es posible añadir sesiones de fisioterapia o acupuntura para el tratamiento del estrés, para aliviar tensiones y hacer un seguimiento de la evolución.
Preguntas frecuentes sobre terapia física para el estrés y ansiedad
¿Cómo tratar el estrés con fisioterapia?
La terapia anti estrés comienza introduciendo a nuestros hábitos técnicas de relajación basadas en el ejercicio físico y la respiración combinado con ejercicios de alta intensidad que nos ayudar a canalizar la ansiedad.
¿Qué técnicas se pueden utilizar para disminuir la ansiedad y el estrés?
Cuando padecemos estrés y queremos controlarlo debemos tener en cuenta diversos factores:
- Evitar las situaciones que causen estrés, o si son situaciones inevitables aprender a sobrellevarlas.
- Hacer deporte, entrenamiento, actividades que impliquen actividad física de forma regular.
- Practicar técnicas de relajación.
- Llevar una dieta saludable.
- Si no somos capaces de canalizar el estrés y la ansiedad por nosotros mismos ponernos en manos de profesionales.
Bibliografía
- Valdés, M., & De Flores, T. (1985). Psicobiología del estrés. Barcelona: Martínez Roca, 2.
- Guerra SJR, Gutiérrez CM, Zavala PM, et al. Relación entre ansiedad y ejercicio físico. Rev Cubana Invest Bioméd. 2017;36(2):169-177.
- Obando MIA, Calero MS, Carpio OP, et al. Efecto de las actividades físicas en la disminución del estrés laboral. Rev Cubana Med Gen Integr. 2017;33(3):342-351.
- León RML, García ÁY, Álvarez HR, et al. Influence of psychological stress and moderate physical activity in cardiovascular reactivity. Finlay. 2018;8(3):224-233.
- Hernández RJ, Licea PME. Yoga as an alternative for the treatment of persons with diabetes mellitus. Rev Cuba Endoc. 2016;27(3):91-106.
- Mejia SU, Guerrero MAL, Lorenzo CI, et al. Actividad física y su asociación con el estado emocional en adultos mayores con obesidad. Aten Fam. 2021;28(1):4-15.