El conocido como drenaje linfático manual es una de las técnicas englobadas en la masoterapia. Su función principal es la de mejorar la circulación del sistema linfático, por medio de masajes en cualquier parte del cuerpo.
En Clínica Pegadas ofrecemos nuestro servicio de drenaje linfático manual en Santiago de Compostela. Nuestra clínica está situada en el barrio de Santa Marta así que, tanto si eres de la zona como de núcleos cercanos, no dudes en llamar para pedir cita.
Índice de contenidos
¿Qué es y para qué sirve el drenaje linfático manual?
Dentro de la mesoterapia, el drenaje linfático manual es una técnica de masaje manual, por la que se busca mejorar la circulación de la linfa y el sistema linfático. Para ello, se aplican unos movimientos de forma muy suave, lenta y de forma repetida.
Este tipo de masajes contribuye a la mejora del bienestar físico y al estado de salud de las personas, ya que el sistema linfático está muy estrechamente ligado al sistema inmunológico.
De hecho, sus principales beneficios residen en que este masaje facilita la eliminación de edemas, además de otros problemas derivados de una mala circulación de la linfa. Otras de sus ventajas es que ayuda a reducir el estrés, calma el dolor y aumenta la producción de defensas en el organismo.
¿Qué es linfa?
Se denomina linfa a un líquido transparente que fluye por los vasos linfáticos. Está compuesto principalmente de glóbulos blancos, las células que luchan contra las bacterias de nuestro organismo.
Cuando se acumula en algún punto del cuerpo, es cuando nos encontramos con una afección conocida como linfedema, la cual se caracteriza por una clara hinchazón.
¿Cómo se realiza un drenaje linfático manual?
Con el objetivo de eliminar las toxinas y líquidos del organismo, así como de tratar la celulitis o el linfedema, el drenaje linfático debe adaptarse a cada zona del cuerpo que se quiera tratar. A continuación, te contamos todas las claves de este tipo de tratamiento:
Drenaje linfático facial
Este masaje se lleva a cabo con el propósito de activar la circulación de los líquidos en todo el cuerpo, pero también a luchar contra el edema facial, normalmente visible a través de las bolsas en los ojos y la inflamación del rostro.
Para ello, se debe empezar con el drenaje del cuello, con pequeños masajes en forma circular con los dedos, ejerciendo algo de presión en todas las zonas. Una vez realizados todos los masajes en el cuello, es el turno del rostro, donde el masaje debe comenzar en la zona de la boca, por la barbilla, para ir subiendo hasta el labio superior, las mejillas, la nariz y la zona de los ojos.
Drenaje linfático en brazos y manos
Para drenar correctamente esta zona de la anatomía humana, hay que empezar estimulando la región axilar, con movimientos circulares. Una vez hecho esto, se deben deslizar las manos desde el codo hasta las axilas para, después, hacer lo mismo desde la muñeca hasta el codo.
En la muñeca, los movimientos tienen que ser con las yemas de los dedos, siempre en movimientos circulares. En la mano, por su parte, los movimientos circulares deben pasar de la región del pulgar hasta la base de los dedos.
Drenaje linfático de tórax y mamas
En esta zona, el masaje linfático debe iniciarse estimulando los ganglios de la región supraclavicular, con movimientos que pueden ser de bombeo o circulares. Después de esto, se deben realizar movimientos circulares debajo de las mamas, en dirección a las axilas.
Por último, la región del tórax debe drenarse siguiendo la dirección de la región subclavicular, donde termina este masaje.
Drenaje linfático en la zona del abdomen
Este paso del masaje linfático manual tiene su punto de partida con la estimulación de la zona inguinal. Lo primero de todo es hacer presión con la mano en la zona del ombligo, siempre en dirección a la cresta ilíaca y a la región inguinal.
En cuanto a la parte lateral de la barriga, esta debe drenarse mediante un movimientos de arriba hacia abajo, ejerciendo una suave presión hasta la cadera.
Drenaje linfático en piernas y pies
Para comenzar el drenaje en estas zonas se comienza estimulando la región inguinal presionando de forma consecutiva, además de con movimientos circulares a partir de las puntas de los dedos.
Tras este paso, se debe pasar a la zona del muslo, donde se encuentran los ganglios, así como a la zona de la rodilla, siempre masajeando en dirección ascendente.
Drenaje linfático en espalda y glúteos
En esta parte de la anatomía se prioriza la presión con la parte lateral de las manos, así como los movimientos en forma circular con los dedos. Los puntos a drenar en estas zonas son el centro de la espalda, la región lumbar y todas las regiones de los glúteos, cada una de ellas en una dirección determinada.
¿Dónde contratar sesiones de drenaje linfático manual en Santiago de Compostela?
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