Crecer no tiene por qué doler, aunque muchos niños padecen dolores asociados a esta etapa. Estos dolores son completamente benignos y afectan a muchos niños (sobre un 37%).1
El crecimiento, al igual que el envejecimiento, es un proceso fisiológico y que, en principio, no tiene que generar dolor. ¿Es cierto entonces que crecer duele? Para muchos padres es una duda bastante frecuente y así lo trasladan a pediatras, traumatólogos y podólogos infantiles.
A continuación, te contamos los dolores asociados al crecimiento en niños, cómo distinguirlos y cómo tratarlos si fuese necesario con servicios de podología infantil.
Índice de contenidos
¿Cómo se llama al dolor de huesos por crecimiento?
Estos dolores se denominan “growing pains” o “dolores asociados al crecimiento” y son dolores benignos y no inflamatorios que se producen por el proceso de crecimiento de los huesos.
Una de las teorías más aceptadas es que ya que los huesos de los niños crecen en longitud durante el día y en grosor por la noche es esta segunda fase de crecimiento es la que provoca dolor.
No debemos confundir los “growing pains” con otros dolores propios de enfermedades que se dan durante el crecimiento, como las apofisitis (suponen la inflamación de las placas del crecimiento, que son aquellas áreas de tejido cercanas a los extremos de los huesos largos. Estas placas determinan en niños y adolescentes la longitud y forma que tendrán estos huesos una vez se desarrollen por completo), osteocondrosis u osteonecrosis entre otras.
¿A qué edad empiezan los dolores de crecimiento?
Los dolores asociados al crecimiento se dan normalmente entre los 3 y los 14 años, pero con más frecuencia entre los 3 y los 6 años, sin diferencia ninguna en la incidencia según el sexo.2
Algo muy asociado a los dolores de crecimiento es que pueden estar presentes en niños sin ninguna anomalía en la exploración física.
¿Cómo saber si el dolor es por crecimiento?
Para identificar si el dolor que siente tu hijo o hija es por el crecimiento o por otra causa, debes tener en cuenta las características principales de los dolores de crecimiento.
- Dolor intermitente, que ocasiona ligeros dolores o punzadas.
- Los dolores de crecimiento pueden tener una mayor intensidad si el niño ha estado muy activo durante el día.
- Dolor bilateral, en el 80-90% de los casos.
- No es persistente, ya que suele durar entre 30 minutos y 2 horas.
- El dolor está localizado en piernas, muslos y rodillas.
- Es nocturno, y se produce habitualmente al final de la noche, llegando en algunos casos incluso a despertar al niño o niña.
- Realmente, el dolor aparece en los músculos y no en los huesos o las articulaciones.
Sabiendo esto, es importante fijarse ya que si el dolor genera cojera, persiste o la zona tiene signos externos como hematomas, eritema o inflamación, no es dolor asociado al crecimiento.3
Los dolores de crecimiento son intermitentes, ocasionando leves dolores y punzadas, y suelen producirse durante la noche
¿Cómo calmar el dolor de crecimiento?
Por norma general, estos dolores van desapareciendo con el desarrollo. Aun así, es verdad que, si se dan, pueden disminuirse gracias a la aplicación de calor o a dar suaves masajes en las zonas afectadas.
De esta forma, se ayuda a mejorar la sintomatología desde casa, aunque se debe tener siempre en cuenta que, si hay alteraciones de la huella o de la marcha, estos dolores también mejorarán al tratar esto.
Si se detectan ciertos síntomas en los dolores de crecimiento es vital acudir tanto al pediatra como al podólogo
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Lo más recomendable en estos casos es realizar ejercicios, estiramientos y, si es necesario, usar plantillas u optar por otros tratamientos, con el objetivo final de que estos dolores sean menos intensos y más espaciados.
Enfermedades de huesos en niños
Los dolores de crecimiento no son algo habitual en todos los niños. Sin embargo, sí que hay ciertos trastornos óseos asociados a esto, aunque también pueden estar originados por traumatismos, infecciones, por factores hereditarios o por causas desconocidas.
Algunos de estos trastornos óseos son casi imperceptibles, ya que no producen síntomas. Otros, sin embargo, pueden causar cierto dolor, así como dificultad para caminar. A continuación, te contamos otras enfermedades de huesos en niños menos frecuentes, pero que conviene conocer.
Enfermedad de Perthes
Se trata de una necrosis avascular de la cabeza del fémur, que se suele dar entre los 3 y los 12 años de edad en general, y entre los 5 y los 7 en mayor medida. Se produce cuando hay poca irrigación sanguínea en la cabeza del fémur, lo que hace que este hueso se debilite y pueda fracturarse con facilidad.
Entre sus principales síntomas destacan el dolor de cadera, muslos o rodilla que, acusado, puede incluso generar cojera. Por último, cabe destacar que esta enfermedad de los huesos no provoca fiebre.
Enfermedad de Iselin
Se denomina como enfermedad de Iselin a la apofisitis del quinto metatarsiano y se produce sobre todo en aquellos niños que hacen mucho deporte. Generalmente, afecta a niños entre los 8 y 14 años de edad. El motivo es porque el hueso del talón, el calcáneo, no se desarrolla por completo hasta esa edad.
Los síntomas de esta enfermedad son un dolor inflamatorio en el borde lateral del pie, que suele aumentar con la práctica deportiva.
Enfermedad de Sever
Al igual que la enfermedad de Iselin, la enfermedad de Sever tiene que ver con el hueso calcáneo. La diferencia, sin embargo, radica en que la de Sever está relacionada con el sobreuso y tracción, por lo que se da en niños muy activos o en niños que padecen sobrepeso.
Este trastorno óseo implica la inflamación del cartílago de crecimiento del hueso del talón y se caracteriza por un dolor en la parte inferior o posterior del talón y por la compresión lateral. Por último, el rango de edad más habitual en el que suele aparecer esta patología es entre los 7 y los 9 años.
Enfermedad de Kohler
Suele darse entre los 2 y los 9 años en aquellos niños y niñas con el pie vago o pronado. Se trata de una osteocondrosis del escafoides tarsiano, que hace que los huesos del pie no crezcan con normalidad.
Este trastorno suele afectar a un único pie y hace que esta extremidad se inflame, que la parte del arco del pie esté sensible al tacto y que el niño cojee. ¿Cómo se puede curar esta dolencia? Dado que desemboca en una alteración biomecánica al andar, uno de los tratamientos pasa por el uso de plantillas, con las que se modifica la forma de pisar del niño.
De esta manera se evita la aparición de otras dolencias que se inician por problemas en los pies, como dolores de espalda o cadera.
Aunque los dolores de crecimiento suelen desaparecer solos, siempre es recomendable acudir al médico o a una clínica de podología. De esta manera, se llevará a cabo un estudio completo y un diagnóstico de las enfermedades, patologías o alteraciones que puedan afectar a los pies.
Es importante de igual forma estimular a los niños a que sigan haciendo sus actividades cotidianas, y es que los dolores de crecimiento no van ligados a ellas. No olvides tampoco que una forma muy sencilla de aliviar los dolores asociados al crecimiento es masajeando las zonas afectadas y aplicando calor en ellas.
Especialista en podología infantil
Cuando los dolores pueden afectar a la pisada es muy importante visitar a un podólogo que pueda realizar una valoración y un diagnóstico del problema, a fin de dar el tratamiento más adecuado a cada caso. En Clínica Pegadas, en Santiago de Compostela, puedes encontrar a un podólogo especialista en podología infantil, así que no lo dudes más y pide cita.
Preguntas relacionadas
¿Es normal el dolor de espalda por crecimiento?
En edad infantil es muy poco común el dolor de espalda y es un signo de que debemos realizar una valoración para asegurarnos de que no es patológico. En la adolescencia y edad juvenil pueden aparecer dolores leves a causa del desarrollo físico.
¿Cómo identificar el dolor en piernas por crecimiento?
El dolor en las piernas por crecimiento se manifiesta a través de punzadas, que también se producen en rodillas y muslos. Generalmente, los dolores de crecimiento afectan a ambas piernas y se suelen sufrir durante la noche.
¿Cómo evitar el dolor de rodillas por crecimiento?
Durante la etapa de crecimiento, es bastante normal que si se tienen dolores de crecimiento estos afecten a las rodillas. Este dolor desaparece con el crecimiento y puede aliviarse en casa masaje suave y calor (almohadilla térmica o bolsa de agua caliente por ejemplo).
Bibliografía
- Evans, A. M., & Scutter, S. D. (2007). Are foot posture and functional health different in children with growing pains?. Pediatrics International, 49(6), 991-996.
- Mohanta, M. P. (2020). Incidence of Growing Pain in a General Pediatric Clinic. IP Journal of Paediatrics and Nursing Science, 1(3), 52-54.
- Peterson, H. (1986). Growing pains. Pediatr Clin North Am, 33(6), 1365-1372.